Sobre merecer y dejar ir

Soy de la idea de que todos merecemos la vida que deseamos, pero las cosas no pasan así nada más como caídas del cielo (ni modo, soy atea). Creo que para conseguir lo que creemos merecer, debemos poner mucho de nuestra parte. Y merecer es a veces dejar ir. Aunque pese, aunque cale. Apagar una luz y de pronto brillar más. Así, desde adentro.

Sí, dejar ir duele y da miedo, pero también nos vuelve más fuertes, más enteros. Conectarnos con nosotros mismos y trabajar para ser los humanos que queremos llegar a ser es una montaña rusa de emociones. Lágrimas de cocodrilo, noches de encierro viendo series deprimentes, momentos de vernos al espejo y descubrir que quien está del otro lado es el reflejo de quien somos; vernos con los ojos hinchados de tanto llorar pero llenos de esperanza, de la seguridad de saber que sí podemos, que con amor y fe en nosotros lo lograremos.

Se trata de mordernos una chichi y tomar esas decisiones que sabemos nos harán chillar un buen rato, pero después nos harán más grandes y nos darán paz. Se trata de echar pa’fuera lo que no sirve y quedarnos nomás con lo bueno, con los buenos. Apenas así estaremos en paz. Esa es la clave: encontrar paz con nosotros mismos, confiar que a cada paso iremos aprendiendo y nos acercaremos más a lo que creemos merecer. Para eso, seamos honestos, necesitamos todo un support system. Somos humanos, no superhéroes. Nuestra fuerza es el amor y por más que tengamos bastante autoestima, el cariño de nuestra gente es el mejor combustible.

La vida es pa’ vivirla con quien se queda, con quien está porque le nace, no con quien queremos que esté ni con quien está a medias (a esos últimos hay que mandarlos a la chingada, precisamente). No por mamones ni por exclusivos o elitistas, sino porque vida sólo hay una (al menos en el presente, ya sus creencias religiosas son otra historia) y hay que vivirla rodeada de gente que valga la pena, que nos haga crecer. El chiste es estar con gente que sume a nuestra vida, no que le reste.

Hagan caso a lo que les digo. Es una chulada estar rodeada de personas que nos quieren de de la manera más bonita y pura del mundo, de forma incondicional. Vale la pena mandar a la chingada a quienes estorban, para dar paso a la buena vibra que nos da la gente que nos regala un pedacito de ellos al querernos tanto.

Merezcan. Siempre merezcan.

 

 

 

6 Comments

  1. Reblogueó esto en Utterly Disclosedy comentado:
    Estoy rodeada de mujeres inteligentes, sensibles y admirables que al igual que yo se dedican a compartir sus reflexiones de manera abierta y desvergonzada. Ella es una de estas mujeres y los invito a seguirle la pista.

    ¡Ánimo amiga! Cada día somos más las que alzamos la voz y sin pena pedimos lo que merecemos.

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  2. Reblogueó esto en fearfreemindy comentado:
    Aveces nos da miedo creer que merecemos algo mejor, nos da miedo el cambio, tememos estar solos, pero siempre debemos buscar lo mejor aunque duela… En la vida, en el amor, en las personas, en las oportunidades. Dejar ir lo que no nos hace mejores. Merecer. Mériter.

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